bernardo

Dicen que la reina Fabiola de Bélgica solía visitar este lugar de Sierra Nevada en compañía del rey Balduino, y que un día dijo: “Si una reina viniese a lavar aquí, ganaría en nobleza”. De ahí lo de "Lavaderos de la Reina".


Aunque la frasecita se las trae... es la única referencia que he encontrado en internet explicando el origen del nombre de este bonito paraje.


Sabíamos de sobra que nos encontraríamos con nieve, así que después de desayunar me acerco a unos lugareños que charlan animosamente en la plaza del pueblo, (hablo de Guejar Sierra). Mi intención es conocer como está la pista que accede a los Lavaderos.

De buena mañana nos preparan el cuerpo... la pista está cortada por la nieve y  mucho hielo antes de llegar a la cadena (lugar donde deberíamos dejar los coches), aún así decidimos continuar. Partimos del pueblo en los coches y pronto nos encontramos con la imposibilidad de continuar, en el paraje "Cortijo de la Hoya de Robles" hay varios coches aparcados que nos indican que ya es imposible avanzar con los vehículos.

Nortes

De aquí en adelante a patita hasta los lavaderos..., no lo tomamos con filosofía y poco a poco vamos ascendiendo procurando acortar los meandros que hace la pista, pronto nos situamos sobre la Loma de Papeles desde donde podemos avistar unas preciosas vistas de las caras norte de El Veleta, Los Machos, Mulhacén y Alcazaba, la pista se hace interminable  y la famosa cadena (inicio de nuestra ruta) no acaba de aparecer, a las 11:30 por fin llegamos a la cadena donde aprovechamos para re-desayunar. Tomamos una senda por la Loma de Maitena que poco a poco y suavemente nos llevaría hasta el refugio de Peña Partida pasando por la loma Papeles.

Para llegar a los Lavaderos debemos andar todavía un buen tramo, vamos mal de hora y según nos dicen unos montañeros que bajan, las cascadas de los Lavaderos están ocultas por la nieve acumulada, así que decidimos caminar un poco más para matar el gusanillo de pisar nieve  sin la esperanza de llegar a los Lavaderos.

Volvemos al refugio de Peña Partida donde comemos en compañía de unos montañeros malagueños que pasarán la noche allí mismo. Iniciamos el regreso pues el tiempo apremia y nos queda un buen tramo de vuelta, la pista vuelve a hacerse eterna hasta que por fin llegamos a los coches con el tiempo justo de ver una preciosa puesta de sol.



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