bernardo

Apenas he iniciado la subida y ya vuelvo la vista al valle, las nubes amenazan con subir y borrar el camino de vuelta, intento fijar el rumbo de retorno con la brújula...

Es la inquietud que aportan los años, de pronto regresa a mi memoria el ascenso a esta misma montaña muchos años atrás, un servidor era un mozuelo, con un "Ferrari" dentro del pecho y la mente despejada de preocupaciones, los "mayores" ya se encargaban de planificar la ruta y todas esas cosas sin importancia.

Ahora que mi "cuenta-kilómetros" ha crecido considerablemente, valoro el esfuerzo y el valor de aquellos que cuidaban de nosotros.

En realidad esta ha sido una ascensión de vuelta, la ida fue muchos años atrás.

Hemos dejado el coche junto al Albergue Militar de Montaña, muy cerca del Albergue Universitario, esta zona todavía permanece a salvo de pasarelas de "la moda de invierno". Aquí es donde la gente llana ,entre risas y batacazos, arrastra el culo cuesta abajo sentada en algún saco de plástico o artilugio casero.

Con niebla espesa comenzamos la subida pasito a pasito. A la altura de la Virgen de las Nieves las nubes están por debajo y luce un sol radiante, la nieve está blanda, más para raquetas que para crampones, aunque sólo estamos al comienzo.

A medida que ganamos altura la nieve empieza a estar más dura, (lógico) continuamos con buen paso hasta llegar a la cabecera de las últimas pistas, aquí ya optamos por ponernos los crampones, el hielo y el frío hace su presencia a pesar del día soleado.

Con paso cansino llegamos a la cumbre, en el horizonte un mar de nubes y unas vistas magníficas, África se divisa en el horizonte, el Mulhacen y Alcazaba casi lo tocamos con los dedos.

En la cumbre observo las chimeneas del antiguo refugio de de la Universidad de Granada, de nuevo mi mente hace "feedback" me veo dentro del refugio calentito, despreocupado y riendo sin parar con los chistes de unos y otros, mientras afuera una fuerte ventisca nos mantiene inmovilizados.

Después de las fotos de rigor toca descender, hace un frío que pela y sacar la mano del guante para hacer una foto se convierte en algo arriesgado. Durante el descenso nos vemos "acosados" por los "Paquitos Fernández Ochoa" y "Albertos Tomba" que fuera de pista nos pasan como balas más cerca de lo recomendable.

De repente se hace la paz, los remontes han cerrado y la montaña recupera su esencia misma, en silencio y bajo un atardecer precioso descendemos hacia el Albergue Militar, las niebla espesa sube por la montaña, pero no importa ya estamos muy cerca y no hay pérdida posible.


3 comentarios:

Javier dijo...

Y yo trabajando... me catxo en to lo que se menea...
Peazo de fotos compae... Pero seguro que los ojos se llenaron más que la cámara...
Un abrazo y deseando empezar un año nuevo de monte con todos vosotros.

Anónimo dijo...

Ole manera de empezar el año.Besos a todos los montañeros de Jaen.Mamen Chinchilla.

José Antonio Pastor González dijo...

Una de las clásicas para hacer un buen día de nieve, luz y montaña... enhorabuena por esa forma de comenzar el año, bajando los turrones y subiendo al cielo :-D

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