bernardo



Permitidme un salto en el tiempo, un salto atrás, ...verano de 1974..., me encontraba en Francia veraneando con unos tíos míos, mi padres vinieron a visitarnos, aparte de la agradable visita mi padre era portador de una agradable proposición-sorpresa, "subir al Vignemale por la parte francesa".

Viajamos desde Lavelanet hasta Cauterets para continuar hasta Pont d'Espagne, que es donde empezaba nuestra ruta. Desde este punto tomamos un telesilla que nos puso al pie mismo del lago de Gaube, desde allí las vistas del valle con los cortados del Vignemale y Pitón Carré son absolutamente impresionantes.

Bordeando el lago iniciamos la subida al refugio de Baysellance donde dormiríamos esa noche, para intentar subir al Vignemale por el glaciar al día siguiente, la subida fue dura o al menos a mí me lo pareció. Llegamos al refugio al atardecer con todas las plazas ocupadas, nos tocó dormir en el suelo del dormitorio, tampoco le pusimos demasiadas pegas estábamos muy cansados y al día siguiente teníamos faena.

De madrugada nos levantaron a voz en grito Vignemale!..Vignemale!!, era el despertador para todos aquellos que íbamos a intentar la subida, una vez desayunados nos pusimos en camino hasta alcanzar la lengua del glaciar, la verdad es que estar allí en la zona de morrenas, escuchando los crujidos del hielo acongoja un poco, hicimos un alto para ponernos los crampones y charlamos un rato con una joven pareja de aragoneses.

Ascendimos por el glaciar sorteando algunas grietas que daban más que miedo hasta llegar a un pequeño trepadero de roca que conduce directamente hasta la cumbre.

Lo vivido allí arriba es difícil de describir, todos los esfuerzos habían merecido la pena.

Durante la bajada observamos con sorpresa que las grietas del glaciar habían crecido considerablemente, afortunadamente pasamos el trance sin mayores complicaciones. Al pie de la zona de morrenas nos quitamos los crampones y regresamos al refugio, donde dormiríamos esa noche para bajar al día siguiente al refugio Oulettes (junto al lago de Gaube), desde allí volver a coger el telesilla de bajada a Pont d'Espagne donde la familia nos estaba esperando.

Desde estas líneas quisiera expresar el agradecimiento a mi padre por "engancharme" de por vida a este apasionante mundo de las montañas.



Si tenéis fotos antiguas, o relatos de tiempos pasados que queráis compartir hacérmelos llegar y los incluiremos en esta sección.


2 comentarios:

Julia dijo...

Ayer cuando hablé con Bernardo me dijo donde había colgado unas fotos de la subida al Vignemale. Cuando las vi me emocioné. Él me había hablado mucho de esta subida pero no había visto fotos.

Hoy que las vuelvo a ver de nuevo con su texto incluido, me he vuelto a emocionar.

¡¡¡¡Que gran montañero tengo a mi ladito!!!!

Javier dijo...

Sin palabras, maestro...
Emociona, como dice Julia.

Es lo que tiene tener HISTORIA.

Las fotos... espectaculares, aunque estarás de acuerdo conmigo en que siempre, siempre, los ojos "se llenan" más que la cámara.

Tu agradecimiento al responsable de la inoculación del "veneno", para mí, lo mejor...

Gracias por compartir un "cacho" de tu vida con nosotros.
Javier.

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